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(Es) Para los niños que ya han hecho matronatación en el baby-gym es muy recomendable continuar con su formación en su colegio con piscina en Moratalaz, y para los que aún no han probado la piscina, es ideal que comiencen con la natación infantil en su colegio, también llamada de iniciación, en la que aprenden tanto a flotar como a comenzar a nadar con estilos sencillos como la braza.
Para los niños y niñas que ya saben nadar, en nuestro colegio con piscina en Madrid contamos con clases de mantenimiento y clases de natación de perfeccionamiento, en las que aprenderán a definir los estilos básicos como braza y crawl y conocerán los estilos más elaborados como espalda y estilo mariposa.
El equipamiento preciso para dar clases de natación consta de un bañador de natación, un gorro de piscina, unas chanclas para acceder desde el vestuario a la piscina y una toalla o albornoz para secarse al salir. Adicionalmente se puede contar con unas gafas de natación para piscina (no confundir con unas gafas de bucear preparadas para el snorkel) y con unos calcetines de piscina si se considera necesario.
Uno de los peligros de apuntar a tus hijos a natación en una piscina municipal, es que resulta muy difícil o es imposible encontrar un horario en el que los niños no compartan vestuario con adultos que acuden a las instalaciones a practicar este deporte; por lo que poder apuntar a tus hijos a natación en su propio colegio con piscina en Madrid, te permitirá respirar aliviado al poder estar seguro de que el uso de los vestuarios será completamente exclusivo para los niños y niñas que participen en la actividad en ese horario; evidentemente en vestuarios segregados por sexos, para mayor seguridad y tranquilidad de los alumnos de la clase de natación.
Acudir a un colegio con clases de natación integradas en sus extraescolares ayudará a los niños a naturalizar la visión del cuerpo propio y ajeno en traje de baño, proporcionando un antídoto natural para las inseguridades que puedan surgir en la adolescencia; al mismo tiempo que les dotará de una rutina y una capacidad de organización de su indumentaria, al tener que doblar su ropa y guardarla de forma que la puedan identificar al salir de la piscina; por lo que aprenderán a ser mucho más responsables con sus propias cosas.